1. Pon los azúcares y el aceite de oliva virgen extra en un cuenco y mezcla con una varilla durante 2 minutos.

2. Añade el huevo y vuelve a mezclar de nuevo hasta que esté bien integrado, durante unos 2 minutos.

3. Añade la harina tamizada, la pizca de sal, la vainilla y el bicarbonato y mezcla todo bien. Yo prefiero hacerlo en este punto con mis manos.

4. Incorpora el chocolate y termina de mezclar unos minutos para que se unan todos los ingredientes. Forma una bola un poco aplanada con toda la masa. Envuélvela en plástico transparente y deja unos 15 minutos en el frigorífico (pueden estar hasta 24 horas).

5. Precalienta el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.

6. Forma bolas del tamaño de unas pelotas de ping-pong (de unos 25 g cada una) y ponlas en una bandeja de horno limpia y forrada con papel de hornear, aplanarlas un poco con tu mano. Tiene que haber espacio entre unas y otras ya que se expanden bastante. Si enfrías la masa queda mejor horneada. Te recomiendo leer los consejos.

7. Hornea unos 13-14 minutos. Deben quedar un poco blandas, porque si se doran mucho luego quedarán duras.